Es una mujer apasionada en el estudio de diferentes ramas para ayudar a la calidad de vida de sus pacientes mediante terapias y alternativas Occidentales. Marta Cree en el arte y en el cultivo de lo bello como grandes motores de vida.
Hoy, ha podido cumplir su anhelo de estudiar cetrería y conocer más a fondo a maravillosas criaturas de la naturaleza, y está en Florencia para aprender a construir mosaicos: el arte de tomar añicos y esquirlas y convertirlos en belleza. Como en la vida.